Este proceso psicológico sirve para codificar la información, almacenar la información codificada en el cerebro y recuperarla después cuando sea necesario.
La memoria no es una entidad única ya que existen distintas memorias. Dado el enorme desarrollo que ha experimentado en los últimos años la neurociencia cognitiva, también es un objetivo importante que el estudiante adquiera un buen conocimiento de las relaciones entre las distintas memorias y el cerebro.
Es importante que conozca y sepa utilizar las principales técnicas que se utilizan para entrenar su propia memoria.
La memoria es uno de los procesos psicológicos que se debe conocer en profundidad y un complemento importante de otros procesos psicológicos como el aprendizaje, la percepción, la atención, la motivación, el pensamiento y el lenguaje.
La memoria es un proceso psicológico que sirve para codificar, almacenar y recuperar información y que resulta indispensable para poder llevar una vida independiente.
Aunque a veces nos quejemos de lo mala que es nuestra memoria, en realidad es un proceso cognitivo realmente admirable. Aunque hablamos de la “memoria” como si se tratara de una entidad única, el estudiante tiene que saber que existen varios sistemas de memoria en el cerebro humano, cada uno con sus características propias.
Enfermedades como la amnesia y la demencia producen terribles deterioros en alguno de estos tipos de memoria mientras otros permanecen intactos. Incluso en el envejecimiento normal se aprecian ciertos deterioros en algunos tipos de memoria como la memoria de trabajo y la memoria episódica. Otras memorias, sin embargo, permanecen intactas, o se deterioran en mucha menor medida, como ocurre con la memoria procedimental y la memoria semántica.
- Memoria de trabajo: (o memoria operativa) se refiere a la capacidad que nos permite mantener en la mente los elementos que necesitamos para realizar una tarea.
- Memoria episódica: es aquella capaz de evocar episodios de la vida de manera muy nítida. En este proceso participan el lóbulo temporal y la corteza prefrontal, aunque esos recuerdos se almacenan en el hipocampo. Es la memoria más vulnerable al deterioro neurológico.
- Memoria procedimental: Se refiere al almacenamiento y recuperación de información sobre las habilidades motoras; es decir, el aprendizaje relacionado a “saber cómo hacer” distintas tareas.
- Memoria semántica: Es la que contiene toda la información relacionada con los conceptos que permiten al ser humano comprender el mundo y comprenderse a sí mismo. Junto con la memoria episódica, componen la memoria declarativa o explícita.
Cuando hablamos de la memoria a largo plazo (MLP), hablamos fundamente de los dos tipos de memoria explícita (la que puede ser evocada conscientemente) existentes: la memoria semántica y la memoria episódica.
Memoria Sensorial: La memoria sensorial representa la primera fase de la memoria que, como se puede deducir fácilmente del nombre, está unida indisoluble e irremediablemente a los sentidos.
Se habla de memoria sensorial cuando se está en presencia de un proceso capaz de almacenar información sensorial, auditiva, visual, táctil, olfativa o gustativa, durante unos segundos o milisegundos. De hecho, la memoria sensorial procesa y retiene información de los sentidos en menos de un segundo desde la percepción de un objeto.
- Memoria icónica: se utiliza para almacenar información del sistema visual: un rayo de luz o la inscripción en un anuncio publicitario.
- Memoria ecóica: almacena la información acústica que proviene del sistema auditivo: el sonido de una campana o el sonido de un teléfono.
- Memoria háptica: en ella se almacena información que proviene de la modalidad táctil: el tacto de la hierba o el tacto de la arena.
Ejemplos de memoria sensorial
Puede que alguna vez hayan tenido la sensación de haber “visto” o “sentido” más de lo que realmente puedes decir. La memoria sensorial también hace el trabajo sucio de analizar la masa de estímulos sensoriales y decidir cuáles de estos estímulos vale la pena poner a disposición de nuestra conciencia.
Es una especie de “portero” que se coloca en la entrada de nuestro cerebro consciente y decide quién vale la pena dejar entrar y quién, en cambio, es mejor dejarlo fuera. Este trabajo de selección se hace identificando información discreta y clasificándolas por ascensión.
Efecto cocktail part
Uno de los ejemplos de memoria sensorial seria el llamado “efecto cocktail part”. Cuando te encuentras en un lugar abarrotado y ruidoso como un pub, un estadio o una fiesta con mucha gente, nuestros cerebros tratan de separar los diferentes estímulos auditivos en diferentes flujos son más relevantes.
Es a través de este mecanismo de selección que podemos concentrarnos en una sola conversación a pesar de que hay muchas en el mismo ambiente, algunas de las cuales pueden ser más ruidosas. Si alguien en la mesa de al lado pronunciase nuestro nombre o algo que nos concierne, la memoria sensorial entraría de nuevo en juego y nos advertiría de la presencia de algunos pedacitos de información saliente a los que vale la pena prestar atención.
Reconocimiento de voz
Si hablamos de ejemplos de memoria sensorial, este es muy claro. Hay situaciones en la que escuchas la voz de alguien y, en seguida, reconoces quién es sin necesidad de verlo. Esta habilidad es posible gracias a la memoria sensorial, ya que procesa la información en segundos y nos permite percibir si esa voz es conocida, si forma parte de nuestra conciencia, a quien pertenece y decide si es importante retener ese estímulo.